Spanish review
Posted: Sat Oct 30, 2004 8:11 am
This is from Antonio in Cedeira!
Relatos: LEONARD COHÉN - DEAR HEATHER - COLUMBIA/SONY
Posted on Viernes, 29 octubre a las 23:35:36 by Tono
Jikan no ha concedido una sola entrevista desde hace un lustro, ni siquiera para promocionar su undécimo trabajo de estudio, Dear Heather.
«El disco -dicen que ha dicho- se explica por sí solo». Y así estamos. Sucesivas escuchas sólo aportan desazón o desconcierto. Definitivamente destrozado por el tabaco, Cohén parece haber perdido su escasa voz, como puede comprobarse comparando los primeros 12 cortes con d decimotercero y ultimo, Tennessee Waitz, grabado en vivo 10 años atrás, cuando aún conservaba cierto timbre.
En septiembre, Leonard Cohén cumplió 70. Hazaña notoria, tratándose del único cantautor mítico de los 6o que ha alcanzado esa edad. Vanidad que poco debe importarle a él, ordenado monje zen en 1999 y rebautizado con el nombre de Jikan, que significa El Silencioso.
Hoy apoya sus interpretaciones en las
gargantas cómplices de Sharon Robinson (con la que escribió, en
1998, Eveiybody Knows y que grabó la totalidad de 10 New Songs} o
Anjani Thomas (que le respaldó, en 1984, en Halklujah y la gira
subsiguiente). Hasta el ingeniero de sonido es una chica, Leanne
Ungar, que trabaja con él desde New Skinfor... (1972). Con su cau-
dal vocal reducido a susurro de ultratumba y tan magníficamente
rodeado de damas, el viejo Leonard recuerda a aquel Gainsbourg
del final que imprimía a cada estrofa la amargura de la (inevitable)
despedida y la concupiscencia del enfant terribk que se resiste a clau-
dicar. Por supuesto, también hay algo de música jazzy, gospel y am-
biental, arreglos de sintetizador barato y un saxo ronco. Nada que
importe demasiado, cuando nos referimos a un poeta que decidió
hacerse cantautor «porque la lírica no da dinero ni te ayuda a cono-
cer tantas chicas». Concentrándonos en las rimas, todo en Dear
Heather se mueve entre lo introspectivo y lo retrospectivo. El arran-
que, Go No More-A Roving, parte de unos versos crepusculares de
Lord Byron, The Faith es una vieja pieza folk de su tierra natal, Que-
bec, que repite cual letanía «Oh amor, ¿no estás ya cansado?» y hay
tres temas dedicados a poetas difuntos que nuestro hombre cono-
dó en los 50 en Montréal. Pero, entre tanta gloriosa mortaja, surge
el canalla envidiable de Because of. «Por unas pocas canciones en las
que hablo de su misterio, las mujeres han sido excepdonalmente
amables para mi edad. Se desnudan de un modo u otro y me dicen:
mírame por última vez, Leonard. Luego, vienen a la cama y me arro-
pan como a un niño». Sí, Cohén sigue bastante vivo. JUAN H. BBLLVER
Relatos: LEONARD COHÉN - DEAR HEATHER - COLUMBIA/SONY
Posted on Viernes, 29 octubre a las 23:35:36 by Tono
Jikan no ha concedido una sola entrevista desde hace un lustro, ni siquiera para promocionar su undécimo trabajo de estudio, Dear Heather.
«El disco -dicen que ha dicho- se explica por sí solo». Y así estamos. Sucesivas escuchas sólo aportan desazón o desconcierto. Definitivamente destrozado por el tabaco, Cohén parece haber perdido su escasa voz, como puede comprobarse comparando los primeros 12 cortes con d decimotercero y ultimo, Tennessee Waitz, grabado en vivo 10 años atrás, cuando aún conservaba cierto timbre.
En septiembre, Leonard Cohén cumplió 70. Hazaña notoria, tratándose del único cantautor mítico de los 6o que ha alcanzado esa edad. Vanidad que poco debe importarle a él, ordenado monje zen en 1999 y rebautizado con el nombre de Jikan, que significa El Silencioso.
Hoy apoya sus interpretaciones en las
gargantas cómplices de Sharon Robinson (con la que escribió, en
1998, Eveiybody Knows y que grabó la totalidad de 10 New Songs} o
Anjani Thomas (que le respaldó, en 1984, en Halklujah y la gira
subsiguiente). Hasta el ingeniero de sonido es una chica, Leanne
Ungar, que trabaja con él desde New Skinfor... (1972). Con su cau-
dal vocal reducido a susurro de ultratumba y tan magníficamente
rodeado de damas, el viejo Leonard recuerda a aquel Gainsbourg
del final que imprimía a cada estrofa la amargura de la (inevitable)
despedida y la concupiscencia del enfant terribk que se resiste a clau-
dicar. Por supuesto, también hay algo de música jazzy, gospel y am-
biental, arreglos de sintetizador barato y un saxo ronco. Nada que
importe demasiado, cuando nos referimos a un poeta que decidió
hacerse cantautor «porque la lírica no da dinero ni te ayuda a cono-
cer tantas chicas». Concentrándonos en las rimas, todo en Dear
Heather se mueve entre lo introspectivo y lo retrospectivo. El arran-
que, Go No More-A Roving, parte de unos versos crepusculares de
Lord Byron, The Faith es una vieja pieza folk de su tierra natal, Que-
bec, que repite cual letanía «Oh amor, ¿no estás ya cansado?» y hay
tres temas dedicados a poetas difuntos que nuestro hombre cono-
dó en los 50 en Montréal. Pero, entre tanta gloriosa mortaja, surge
el canalla envidiable de Because of. «Por unas pocas canciones en las
que hablo de su misterio, las mujeres han sido excepdonalmente
amables para mi edad. Se desnudan de un modo u otro y me dicen:
mírame por última vez, Leonard. Luego, vienen a la cama y me arro-
pan como a un niño». Sí, Cohén sigue bastante vivo. JUAN H. BBLLVER